dilluns, 30 d’agost del 2010
RACING 0 - 3 BARCÍSSIM
Mucho se había especulado antes del inicio liguero, especialmente desde los medios de Madrid, acerca de las nefastas consecuencias que iba a tener el culebrón Ibrahimovic sobre el rendimiento del equipo azulgrana. Poco tardó el once de Guardiola en demostrar que el poder de la prensa, por suerte, cada vez es menor sobre unos futbolistas que, cada día que pasa, agrandan su leyenda.
Concretamente 3 minutos. Eso fue lo que, tras un par de ocasiones locales, tardó Messi en maravillar por enésima vez al mundo entero con una bellísima vaselina tras un preciso pase de Iniesta. Y no fue lo único que hizo el de Fuentealbilla quien, tras un mal rechace de puños de Toño, portero racinguista, empalmó el esférico sin dejar que probase el césped conviertiendo el segundo gol de los azulgrana. Por supuesto, como en todo partido en que juega el Barça, la corrupción arbitral tomó forma con un no-penalty en contra que, como todo penalty inexistente que es señalado por un juez corrupto, no se transformó en gol. Valdés hizo un paradón antológico que lo encumbró aún más en el panorama mundial de los mejores porteros de la actualidad. Y, dicho sea de paso, ya era hora que parara alguno, ya que hacía 3 temporadas que no lo hacía.
Se llegó al descanso con 0-2 y tras la reanudación Pedro sustituyó a Xavi. Pese a lo que se podía pensar en un principio, el cambio no se notó en exceso, aunque el equipo visitante abusó en exceso del pase largo y utilizó menos el fútbol de toque-toque que le ha hecho famoso. Aún así, Villa (sí, otro acertadísimo fichaje del anterior presidente, del que muchos quieren borrar todo rastro) consiguió su primer gol oficial con el Barça y ya tiene un poquito más cerca el record de Ibrahimovic como mejor debutante goleador de la historia del Barça en liga, que anotó en las 5 primeras jornadas de forma consecutiva. Los otros cambios fueron un inoperante Bojan, que se empeña en demostrar día a día que no está al nivel Barça (y encima se ha pedido el 9), y Adriano que tuvo una discreta actuación.
La guinda al pastel de la corrupción por parte de la mano negra federativa fue la inexistente amarilla a Piqué al final del partido. Es de esos "errores" arbitrales que pasan inadvertidos por la poca trascendencia en el partido en sí, pero que ya ha cargado a un jugador, y de los importantes, del Barça con una amarilla. Y a la 5ª se pierde un partido, quien sabe si, casualmente, la visita del Madrid al Camp Nou. El tiempo y los árbitros se encargaran de demostrarlo.
Por cierto, el Madrid no pasó del empate a 0 ante uno de los firmes candidatos al descenso, y ya está a 2 puntos del Barça. Eso sí, no le marcaron ningún gol.
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Por cierto, Puyol sigue sin jugar, así que no se descarta una salida antes de mañana...
ResponEliminajajajajajajaj
ResponEliminaBoníssima crònica, com sempre Maxwell